jueves, 13 de mayo de 2010

Hellraiser


NOMBRE REAL
Elliot Spencer

NÚMERO DE PELÍCULAS
8

ORIGEN
Elliot Spencer fue Capitán militar durante la I Guerra Mundial. Tras las atrocidades allí vividas, el mundo que le rodeaba dejó de tener interés para él, y se aventuró a buscar otras realidades, otros placeres, aunque tuviese que recurrir a sabidurías prohibidas ocultistas. Cayó en sus manos una antigua Caja-Puzzle, fabricada por el francés Phillip LeMarchand en 1784, por encargo de un burgués ocultista que le cedería los planos con la configuración exacta para su funcionamiento, la "configuración del lamento".
La resolución de la Caja-Puzzle no dependía sólo de sus engranajes. El ingrediente más importante corría a cargo del interesado, y no era otra cosa que el deseo. Deseo de nuevos placeres, deseos auténticos, y Elliot los tenía.
Sus trastornos mentales (consecuencias de la Guerra) y su aborrecimiento del mundo conocido le ayudaron a resolver el enigma de la Caja.
Al hacerlo, se introdujo en un mundo paralelo al nuestro, donde dolor y placer eran indivisibles, y no había bien ni mal, sólo carne. Su alma se fundió con el espíritu de Xipe Totec, el Pontífice Oscuro del Dolor. Una eternidad saboreando los placeres del Infierno le condujo a ser Líder de los seres que se encargaban de conceder el "placer prohibido" a sus suplicantes, seres llamados Cenobitas. El propio Spencer, desnaturalizado ya de su faceta humana, fue conocido entre nosotros como Pinhead.

DESCRIPCIÓN
Pinhead, líder de los Cenobitas, es para algunos una pesadilla, y para otros un sueño. Aunque al principio era un fiel servidor de Leviathan, dios del Infierno, tras sus últimas experiencias en nuestro mundo despertaron en él otro tipo de ambiciones, se fue impregnando de la pesonalidad humana, sobretodo tras las fatales revelaciones que tuvo en su último altercado con Kirsty, quien le recordó un pasado humano que ya había olvidado. La codicia, el ego, la ira, la avaricia... Pinhead se deja seducir por el pecado humano, disfrutándolo, aprendiendo y usándolo a su favor.
Su aspecto físico es impecable e impresionante. Su mayor característica (y motivo de su sobrenombre), es la intrincada red de cicatrices que recorre su cabeza, con alfileres atravesando cada una de las intersecciones, tan profundamente que llegan a atravesarle el cráneo.
Su vestimenta es una sotana monopieza de cuero negro, unida a su pálida piel lacerada mediante complejos mecanismos de tortura (ganchos y cadenas), haciendo referencia al "santo oficio" que obra.

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